Vetas es un municipio de apacible descanso, una tierra que ha luchado por mantener y destacar sus potencialidades. Vetas es un pueblo pesebre incrustado en la montañas de la cordillera de los andes, rico por agua y Oro, razón por la cual es hoy interés nacional e internacional.
Nuestro Vetas inicia un proceso de cambios, buenos y malos; muchos de estos cambios tienen que ver con la llegada de empresas internacionales que desea explotar el Oro y otros metales, otros se avecinan por la declaratoria del Parque Regional Natural Santurban, y muchos se derivan del revuelco social que esto conlleva.
Si nos ponemos a pensar algunos minutos en Vetas, podemos imaginarnos un municipio completamente cambiado, desarrollado, con muchas oportunidades. Este cambio soñado tiene tropiezos, desilusiones y miedos, pues la realidad en nuestro Vetas del alma hoy en día es otra. Si recorremos nuestro pueblo en uno o dos días y compartimos con los Vetanos, la mayoría de ellos hablan de miedo, desinformación y dudas, pues aún los vetanos no sabemos para donde vamos, que decisiones se están tomando para lograr un equilibrio social y comunitario que nos permita seguir disfrutando a nuestro vetas, la minería es nuestra economía, pero es un eje incierto en este momento, el turismo es una excelente salida a los problemas de abandono estatal, pero no se plantean metas y compromisos que logren una estabilidad común en los próximos años.
sumándole a esto, da tristeza y dolor conocer las últimas noticias de nuestro Vetas, Sucesos que entristecen y acaban con la armonía de una familia por errores de otros, una comunidad que busca explicaciones y soluciones, al menos prevenciones, pero no se ven resultados, no hay esperanza, no hay confianza, no hay paz.
Muchos problemas últimamente presentados, se le atribuyen a la venta de licor y esto da más tristeza; pensar que podemos ser tan injustos culpando a los comerciantes, cuando ellos sólo están trabajando, vendiendo para sostenerse, el eje central que más le aporta recursos por impuesto de industria y comercio al municipio. Un comerciante vende y pese a que la misma ley estipula que la venta de licor tiene algunas restricciones y los comerciantes tienen que cumplir algunas normas, estos no obligan a consumir y no tienen culpa alguna cuando personas que no controlan sus propios tragos cometen errores, mucho menos cuando estos inconvenientes se presentan horas después de cerrados los establecimientos.
La posibilidad de restringir horarios a un comerciante para evitar problemas sociales no es ninguna solución, todos sabemos que para tomar trago un establecimiento no es el único lugar donde consumirlo, las soluciones deben ir más allá, prevención, capacitación, ejemplo y cumplimiento de las leyes.
La falta de autoridad y de decisiones radicales son la causa de muchos problemas en nuestro país, antes de buscar culpables debemos prevenir y buscar condiciones precisas que permitan una tranquilidad tan especial como la que por años tenía nuestro Vetas del Alma.
Todos soñamos con ese vetas de antes, y todos podemos lograrlo, sólo necesitamos que actuemos y no permitamos que unos dañen nuestro pueblo, porque la mayoría somos más.
Un saludo grande Vetanos, adelante Vetas vale mucho, sigamos en la lucha que algún día Dios premia lo que de alguna forma todos hacemos por nuestro terruño.
Hernán Bautista Moreno
