enero 30, 2011

ANGOSTURA. ¿SI O NO?

Vetanos, quiero compartir con ustedes este editorial escrito por el filósofo, pedagogo, teólogo, y politólogo Reynaldo Suárez Díaz en Vanguardia Liberal el 30 de enero de 2011, para quienes no lo pudieron leer en el diario. El proyecto Angosturas; un proyecto de mucha responsabilidad...

Angostura. ¿Si o no?

Aprobar o no la explotación de las minas de oro de Angostura, es una decisión muy importante que debe tomarse con máximo discernimiento y responsabilidad, sin extremismos ecológicos o utilitarios.

Razones válidas las hay en pro y en contra. Las autoridades de Vetas y California están por la afirmativa ya que el proyecto les trae abundantes recursos para invertir en el progreso de sus municipios. Los bumangueses estamos alarmados pues allí se originan fuentes de agua importantes para nuestro futuro. Los ecologistas a ultranza lo rechazan como un atentado contra la Naturaleza. Más que una posición sobré un proyecto que no conozco a cabalidad, quiero hacer unas reflexiones que considero valiosas para quienes deben asumir tal responsabilidad.

Las riquezas naturales no están para guardarlas sino para utilizarlas adecuadamente. La Naturaleza al engendrar seres humanos inteligentes y libres, capaces no sólo de poseerla sino de transformarla, demostró no tener vocación de virgen. Pero tampoco permite que sean violadas impunemente sus leyes y propósitos dirigidos al bienestar común, sino que exige ser cortejada y tratada con armonía y respeto. De lo contrario, sus encantos se tornarán en desgracias.

Pero además de la inteligencia y la técnica, los seres humanos debemos guiarnos por principios y valores conducentes al bienestar general. El agua es sin duda más importante que el oro, de modo que su preservación y no contaminación debe ser garantizada junto con, en diversa jerarquía de importancia, la fauna, la flora, la estabilidad geológica y freática y hasta el paisaje. Un proyecto que no lo garantice no debe ser aprobado.

Pero el no aprobarlo tampoco asegura el logro de tales metas si no se acaba con la explotación antitécnica y se impide la afluencia de aventureros y mineros informales que deterioran y contaminan más que las grandes compañías, ya que entonces la situación sería peor.

Y en caso de que sea aprobado, no piensen los habitantes de tales municipios que tienen asegurado su progreso y la mejora de su calidad de vida. Al contrario. Sin un control y una planificación social rígidos, con el oro y sus dineros se les vienen encima infinidad de problemas que tornarán esos parajes invivibles y harán escapar a sus actuales moradores, víctimas de la ambición, añorando épocas felices irremediablemente sepultadas en el pasado.

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