marzo 20, 2016

Continúan las agresiones a los mineros


Columnista: Sergio Rangel
Sergio Rangel - Vanguardia
El pasado Domingo 13 de Marzo en una Columna del diario Vanguardia Liberal, el Señor Sergio Rangel hizo alusión al por qué en Colombia no se castiga a los responsables de los incendios que por estos días han aumentado. En la misma columna se refirió al incendio al parecer provocado, entre los municipios de Vetas y California y que precisamente costó más de 1.200 millones apagarlo.


La columna la terminó insinuando que el incendio en la zona púdo haber sido provocado por los mineros ya que según él, "En Vetas existen indicios que deben tenerse en cuenta. La minería legal o ilegal ejerce una presión desde hace años sobre el bosque. Y el bosque es una limitante a la concesión de licencias o a la explotación clandestina".

Las reacciones no se hicieron esperar y a través del mismo portal web los habitantes de los municipios de Vetas y California, pidieron respeto al columnista por las insinuaciones, pues cansados de tanto atropello a la actividad económica legal de la zona y precisamente por la desinformación estos municipios están enfrentando una grave crisis económica y social.




Ante tales respuestas por parte de Vetanos y habitantes de Soto Norte, el Señor Sergio Rangel, replicó nuevamente en su columna el Domingo 20 de Marzo, donde además de volver a atacar a los Vetanos "Serán ustedes los heraldos de la muerte que han tocado mi puerta?" dice en su columna argumentando que los habitantes de la zona lo amenazaron con lincharlo en gavilla "Le aseguro que estoy temblando de frío pero iré. Otros cuatro iracundos me insultan y me retan por la Web" asegura el columnista así como preguntando que si los vetanos son mandaderos de Eco Oro.  Aquí la Columna http://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/sergio-rangel/351819-jugar-con-candela  

Nuevamente los habitantes de Soto Norte, pedimos respeto y atención a la crisis que se vive actualmente, pues atropellos tenemos a diario y lo que necesitamos es soluciones por parte de aquellos que marcharon para que nuestra minería se acabara.

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